Frase de la Semana

Siembra un pensamiento y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un hábito; siembra un hábito y cosecharás un caracter; siembra un caracter y cosecharás un destino.

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domingo, 28 de junio de 2015

RICHARD CLARKE CABOT (21 DE MAYO DE 1868 - 7 DE MAYO DE 1939) PIONERO DEL TRABAJO SOCIAL HOSPITALARIO

 
Datos Biográficos:
El abuelo paterno de Richard Cabot, Samuel Cabot (1784-1863) fue marinero desde los 19 años de edad, se casó con Eliza Perkins, hija de Thomas Handasyd Perkins, el comerciante más exitoso de Boston. Después se unió a la empresa de comercio de su suegro, hasta que eventualmente tomo el mando después del retiro de Perkins; Samuel Cabot es descrito como un hombre practico quien creía principalmente en la acción y trabajo duro.
El padre de Richard Cabot, James Elliot Cabot (1821-1903) estudio filosofía en Göttingen, Heidelburg, y Berlín. Fue miembro de la expedición Agassiz al Lago superior y practicó la arquitectura antes de establecerse como filosofo independiente. Publico artículos, presento lecturas, perteneció al Cambridge Metaphysical Club y fue supervisor en Harvard. Amigo cercano de Ralph Waldo Emerson, sirvió como editor, biógrafo y albacea literario de Emerson.
Richard Clarke Cabot nació el 21 de mayo de 1868 en Brookline, Massachusetts. Quinto hijo de una familia de siete procreada por James Elliot Cabot y Elizabeth Dwight Cabot. Criado en un medio ambiente rico espiritual e intelectualmente, Richard Cabot al inicio resolvió convertirse en ministro unitario o filósofo. Pero las influencias de su primo Joseph Lee, pionero del Trabajo Social que encabezó una campaña para establecer patios de recreo urbanos y el Dr. Edward Livingston Trudeau, un sobreviviente de tuberculosis que en 1884 estableció el primer sanatorio, fueron al final decisivos. En su juventud Cabot asistió a la escuela privada Noble & Greenough y adoraba en First Parish, primera parroquia unitaria de Brookline.
Mientras Cabot era estudiante universitario conoció a Ella Lyman (1866-1934), quien pertenecía a una prominente familia de Boston que asistía a King’s Chapel (Capilla del Rey, de doctrina religiosa unitaria, la cual no reconoce en Dios más que una persona). Después de asistir a una preparatoria privada, Ella Lyman asistió a Radcliffe y Harvard donde estudio lógica y filosofía.
El 26 de Octubre de 1894 Richard Cabot y Ella Lyman se unieron en matrimonio en la Iglesia Sweden borgian en Waltham, Massachusetts. En 1894 Ella Lyman asistió al aula de clases del Seminario Josiah Royce, y asistió al Seminario de Ética que se realizaba semanalmente en su casa. Ella quería tener hijos, pero Richard Cabot se oponía a la idea, creyendo que resistir a los instintos físicos les guiaría a una “vida  abundante mayor”, centrándose en el servicio a Dios y la sociedad. Aunque la pareja disfruto una íntima vida espiritual e intelectual en común, ellos más tarde lamentarían no haber tenido hijos.
Cabot rechazo el nombramiento como primer bacteriologista en el Massachusetts General Hospital en 1898, cuatro años después de completar su beca de investigación acepto un nombramiento mucho menos prestigioso como médico de dispensario. Los pacientes eran tratados en el dispensario médico del Massachusetts General Hospital mucho mejor que en la sala del hospital donde sus casos eran considerados sin importancia y desesperanzadores. Debido a que no existía tratamiento para condiciones médicas como la tuberculosis, cólera, fiebre amarilla y diabetes, pacientes con estas condiciones usualmente eran tratados en el dispensario médico, especialmente si ellos eran pobres. La medicina prescribía en gran parte analgésicos en ese entonces; debido a que los antibióticos no fueron desarrollados hasta 1940. Muchos pacientes eran inmigrantes que presentaban barreras de lenguaje y enfermedades infecciosas como tifus. Adicionalmente a la condición deprimente de su situación se encontraba la depresión económica de 1893, la peor que se había experimentado hasta esa época.
Cabot describió la velocidad con la que los médicos veían a los pacientes cuando el arribó por primera vez al dispensario médico, refiriéndose a algunos médicos como: “corriendo por la clínica”, el medico hacía sonar una campana señalándole al paciente que podía entrar en la habitación. El medico gritaba una serie de preguntas mientras el paciente se movía para ingresar y para cuando el paciente llegaba al escritorio, una receta médica ya estaba escrita. El entonces hacía sonar de nuevo su campana para el siguiente paciente…
Cabot comenzó a observar que los problemas sociales y mentales a menudo eran subyacentes a los problemas físicos y que las aflicciones simplemente físicas eran raras de presentarse (Cabot, 1915). El mantenía que no era posible restablecer la salud de los pacientes sin considerar lo que él llamaba “factores no somáticos”, como las condiciones de vida.
En ese tiempo sus padres le pidieron que se hiciera cargo del tratamiento y cuidado de su hermano mayor Ted, el cual padecía diabetes, quien siempre le había admirado por sus agudas habilidades filosóficas. Entonces no había tratamientos viables para combatir la diabetes, por lo cual, su hermano Ted murió mientras permanecía bajo su cuidado. Esto le afectó profundamente.
Cabot murió el 7 de mayo de 1939 en Cambridge, Massachusetts y antes de su muerte, ordeno que su riqueza fuese donada a la Fundación Ella Lyman Cabot.
Para amigos y seguidores Cabot fue un hombre controversial. Le llamaban quijotesco, de poco fiar, precipitado, un santo, abrupto, inusual, complicado, un petardo médico y un moralista intrépido… él creía que “la acción ética es lo que hacemos mientras construimos nuestra oportunidad de manifestar en algún lugar y momento nuestra gratitud por haber nacido en un planeta que puede mostrarnos semejante maravilla, belleza y devoción.”
 
Formación / Estudios realizados:
En su juventud asistió a la escuela privada Noble & Greenough. Cabot estudio primero filosofía y cambio hacia la medicina. En 1889 recibió su Licenciatura en Filosofía con grado “summa cum laude” por la Universidad de Harvard. Sin embargo, rechazo a los filósofos que observaban en lugar de actuar; por esa razón se sumergió en la filosofía de John Dewey. Evison (1995), una biógrafa de Cabot, escribe: “La acción le atraía; Jane Addams y Teddy Roosevelt le interesaban porque ellos hicieron algo (p. 30).” Cabot mantenía que el conocimiento se conseguía resolviendo problemas, aun cuando las hipótesis no fuesen apoyadas. Como Addams antes que él, creía que las personas pueden aprender aun del fracaso.
En 1892 realizo una Maestría en la Escuela de Medicina de Harvard. La tesis de maestría de Cabot utilizo métodos epidemiológicos para examinar la eficacia de la curación por la Ciencia Cristiana. Para el tiempo que el termino la escuela de medicina en 1892, el germen de la teoría de 1870’s y 1880’s se había mantenido y los roles de la tecnología y el análisis de laboratorio adquirieron preponderancia. Cabot inicialmente siguió la tendencia, en 1892 seguido de un año como internista gano la Beca Dalton de Investigación en Hematología en el Massachusetts General Hospital completando su entrenamiento de postgrado en investigación de laboratorio.
 
Trayectoria profesional:
Comenzó su carrera médica en el Massachusetts General Hospital en 1895. De 1897 a 1926 realizo práctica médica privada en su hogar en Boston. Adicionalmente a las herramientas tradicionales medicas de su tiempo –estetoscopio, martillo reflejo y medidor de presión sanguínea de manga- su consultorio estaba equipado con un microscopio para realizar conteo de plaquetas sanguíneas blancas y equipo químico para realizar análisis de orina. También poseía una máquina de rayos X operada por un especialista, también refería pacientes a otros médicos locales y especialistas y realizo consultas con doctores en la Escuela de Medicina de Harvard. El tomo notas meticulosas detallando los síntomas, diagnostico, tratamientos prescritos y el seguimiento de los resultados. El índice y referencia cruzada de los casos, eventualmente se convirtieron en 36 volúmenes encuadernados con una gran cantidad de datos que el utilizaba en clases, escritos y presentaciones.
Realizo trabajo voluntario como médico consultante en el Westboro School for Boys y Lancaster School for Girls y también fue asesor en el New England Hospital for Women and Children. Perteneció a múltiples organizaciones profesionales, sirviendo en la Junta Directiva del Children's Aid Society de Boston (1894-1902); el Comité de Gobierno del Massachusetts Civic League (1901); Presidente del Comité Asesor de Higiene para las Escuelas Públicas de Boston (1895-1901). También fue socio de la American Academy of Arts and Sciences, Association of American Physicians, American Medical Association, Massachusetts Medical Society, Sigma XI, y la National Conference of Social Work (NCSW), de la cual fue Presidente en 1930.
 
Trayectoria académica:
Su carrera como docente alcanza un periodo de casi 40 años, sus cursos se ubicaban en los campos de la medicina clínica, filosofía y ética social.
En la Universidad de Harvard, dio clases durante los años de 1902 a 1934. Fue Profesor de Filosofía (1902-1903), Instructor de Medicina Clínica (1903-1908), Profesor Asistente de Medicina Clínica (1908-1913), Profesor Asistente de Medicina (1913-1918), Profesor de Medicina Clínica (1918-1933), y Profesor de Ética Social (1920-1934). Al aceptar esta posición, la cual permanecía desocupada desde que Francis Greenwood Peabody se retiró en 1913, Cabot esperaba provocar la chispa del renacimiento del pensamiento ético. Él pensaba que el movimiento progresivo se había apartado del cinismo y pensamiento reaccionario y quería dar nuevo vigor a la ética aplicándola a los problemas humanos reales, de ese modo fortalecería el carácter de sus estudiantes. Para este tiempo una nueva generación de filósofos se encontraba en Harvard. Él estudió y trabajó con Ernest y Agnes Hocking y Alfred North Whitehead. Durante 1920 participo con un grupo de peregrinos cristianos que incluía a los Hocking y a numerosos líderes de trabajo social.
Cabot se retiró de Harvard a la edad de 65 años. Su esposa Ella murió ese año. Ella dejo mucha de la riqueza que tenía para la fundación con la confianza de apoyar proyectos artísticos, religiosos y áreas afines.
También dio clases de trabajo social médico en el Simmons College School of Social Work, de 1912 a 1934. De 1935 a 1939, fue Profesor de Teología Natural en la Escuela Teológica Andover-Newton. Continuando con su trabajo, Cabot se convirtió en Profesor de Sociología y Cristianismo Aplicado. El rápidamente gano una fuerte cantidad de estudiantes/seguidores de sus Clases de Educación Clínica Pastoral (CPE, por sus siglas en ingles). El también trabajo en el Estudio Juvenil Cambridge-Somerville con Eleanor Glueck, buscando identificar factores sociales y psicológicos que contribuyen a la delincuencia infantil; escribió un libro junto a Russell Dicks, acerca de la Educación Clínica Pastoral (CPE) llamado “The Art of Ministering to the Sick” en 1936; y escribió una amplia síntesis de su teología personal titulada “The Creative Power of God”, la cual nunca fue terminada.
 
Teorías elaboradas / Principales ideas y conceptos:
Cabot fue un inconformista que lucho continuamente por mejorar su entorno en el campo médico, favoreciendo la socialización de la medicina. Durante el periodo de docencia en la Escuela de Medicina de Harvard (1899-1829), Cabot introdujo el análisis de casos como método de enseñanza. El cual fue rápidamente adoptado como el modelo o patrón generalmente aceptado para la educación médica. Creyendo que el diagnostico era el primer paso en la intervención médica, desarrollo en el Massachusetts General Hospital las Conferencias Clínico patológicas (C.P.C. por sus siglas en ingles), donde el medico presentaría su “diagnóstico diferencial” del paciente basado en síntomas, resultados de las pruebas de laboratorio y la observación. Después el adapto las Conferencias Clínico patológicas al trabajo social hospitalario, instituyendo conferencias de caso semanales y fundo en el Massachusetts General Hospital el primer Departamento de Servicio Social Médico de la nación en 1905 junto a Miss Garnet Pelton e Ida Maud Cannon (reconocida como la primera trabajadora social en el ámbito hospitalario).
Cabot menciona lo siguiente:
 
“En 1903 era yo, desde hacía ya muchos años, médico de dispensario, me interesaba sobre todo por el mejoramiento de los métodos de diagnóstico seguidos en estos establecimientos, tratando de asegurar al enfermo un diagnostico tan científicamente establecido, tan correcto, como si fuese un cliente particular. En el curso de los esfuerzos así hechos para tratarlo según le convenía, me encontré bien pronto con una dificultad. Para el conocimiento del paciente se necesitaban conocimientos respecto a su hogar, su habitación, sus alimentos, su familia, sus tristezas, sus costumbres, detalles que no podía obtener viéndolo solamente en el dispensario. El tiempo me era insuficiente (lo es a todo medico de dispensario) para a ir a domicilio en busca de estas referencias indispensables, y no tenía tampoco ninguna persona que pudiera hacerlo; mis diagnósticos debieron continuar siendo superficiales e incompletos.
Cuando era necesario instituir un tratamiento en estos casos, y en todos en los que el examen físico solo no daba más que una mínima parte de los elementos necesarios para el diagnóstico, era cuando me sentía desanimado y abatido. Durante estos años de estudio de dispensario he podido darme cuenta de que en más del 50% de los casos un tratamiento racional era imposible sin un conocimiento exacto de la situación económica del enfermo y, más aun, de su psicología, de su carácter, de su pasado mental y laboral, de todo lo que había contribuido a colocarlo en su situación presente, a entregarlo a la enfermedad, a la desesperación, a la inquietud, a la pobreza. Mis prescripciones estaban con frecuencia casi con entera seguridad, fuera del alcance de mis enfermos…
Puesto así frente a mis fracasos de cada día, viendo que mis diagnósticos no representaban más que tiempo perdido puesto que mis enfermos no podían conseguir mis prescripciones, se me hizo el trabajo casi insoportable. No podía mirarlos tranquilamente sabiendo lo poco que podía darles, me veía como un cómico o un impostor.
Fue entonces cuando me di cuenta de la necesidad de una INSPECTORA SOCIAL para completar mi diagnóstico, que estudiara más profundamente la enfermedad de los que me consultaban y su situación económica para ejecutar el tratamiento ordenado, organizando los recursos de las instituciones benéficas, haciendo un llamamiento a la caridad voluntaria, utilizando las diferentes fuerzas de las asociaciones de caridad. En 1905 hice entrar al Hospital General de Massachusetts a una inspectora social retribuida, destinada a trabajar todo el día en cooperación conmigo y otros médicos del dispensario. El objeto era, primeramente, profundizar y extender nuestro conocimiento del enfermo con el fin de establecer un mejor diagnóstico y, en segundo lugar, tratar de atender a sus necesidades económicas, mentales y morales, sea por medio de la inspectora misma o, si sus esfuerzos resultaban insuficientes, asociando a cualquier grupo benéfico constituido ya en organización caritativa dentro de la población. Mi esperanza era entonces atraer al hospital los recursos de estas instituciones benéficas y aplicarlos a las necesidades de nuestros enfermos después de un estudio llevado a cabo en común acuerdo por el médico y la inspectora social.
Esa primera inspectora social fue Miss Garnet Pelton, que si bien era enfermera de profesión se había destacado como pionera en la lucha antituberculosa. Para su tarea contaba dentro del hospital con un escritorio y una silla en el corredor de los consultorios externos. Ejerció el cargo durante ocho meses con la colaboración de 13 voluntarias, entre ellas Ida Maud Cannon, quien la sucedió.
El hospital no apoyo inicialmente la contratación de la Srta. Pelton, así que Cabot le pagaba su salario con sus propios recursos. Para convencer al Director General del hospital, Frederic Washburn, que la contratación de Pelton era una buena inversión. Cabot documento que su contratación generaría al hospital un costo-beneficio mayor. El cálculo que el hospital gastaba $120 dólares en un bebe con problemas gastrointestinales porque la madre lo llevo al hospital en cuatro ocasiones seguidas en un periodo muy corto de tiempo debido a que la familia era incapaz de proveerle los nutrientes prescritos para él. Cabot no quería que los administradores pensaran que el rol principal del trabajador social era prevenir la utilización de los servicios hospitalarios, en lugar de ello ahorrarle dinero al hospital contribuyendo a un tratamiento más efectivo.
 
Las funciones que realizaría la inspectora social, según Cabot son las siguientes:
1)      Para criticar mientras ayudaba a socializar la medicina,
2)      Para actuar como traductora entre al medicina y el paciente y su familia, y
3)      Para proveer información de los factores mentales y sociales.
 
Cabot describe el rol crítico diciendo lo siguiente: “ella no estará ahí primordialmente para criticar; sin embargo ella estará mejor lejos del promedio porque ella será parte de la institución y realizara crítica desde adentro, lo que yo considero siempre será la cosa más valiosa” (Cabot, 1912, pp. 51–52).
 
Cabot observo a los trabajadores sociales como traductores de la información médica en una forma que los pacientes y familias pudiesen entender. Él dijo: el trabajador social… puede asegurar a los pacientes en la clase de cosas que son hechas y estarán siendo hechas con ellos. No hay nadie más quien les explique; no hay otra persona en el hospital quien principalmente les explique las cosas (Cabot, 1912, p. 50). Cabot también observo a los trabajadores sociales como traductores de información acerca de los pacientes y familias para los médicos. El rol del trabajador social proveyendo información social y psicológica para los médicos es descrito en una cita de Ida Cannon:
 
…mientras ella posea un entendimiento de la condición física del paciente, la condición física es solamente un aspecto del paciente la cual ella debe tomar en cuenta. Como el medico observa el daño de un órgano no simplemente aislado pero posiblemente afectando el cuerpo entero, así el trabajador social hospitalario mira al paciente no simplemente aislado como persona desafortunada ocupando una cama de hospital sino como miembro perteneciente a una familia o grupo comunitario el cual ha sido alterado debido a su mala salud. Médicos y enfermeras buscan fortalecer el estado general médico del paciente para combatir su dolencia. El trabajador social busca remover aquellos obstáculos entre el paciente y su entorno o en su actitud mental la cual interfiere con un tratamiento exitoso, así de esta manera libera al paciente para ayudarlo en su propia recuperación (Cannon, 1923, pp. 14–15). Cabot pensaba que una trabajadora social podía satisfacer plenamente este rol debido a que las enfermeras habían perdido su derecho a reivindicarse como profesión permitiendo y convirtiéndose en meras herramientas de las órdenes de los doctores. El decía que la competencia profesional en trabajo social se encontraba en el diagnóstico y tratamiento del carácter ante las dificultades, la cual comprendía la experiencia en salud mental.
 
Cabot entiende que la función principal de la inspectora social “es ocuparse atentamente de todas las necesidades del individuo”; su actividad consiste en un “dar y recibir” sin caer nunca en la dadiva que compara con la enfermedad y el dolor. “La morfina calma el dolor, pero no cura; no hace más que sofocar un síntoma, produce un alivio, pero la necesidad de emplearla de nuevo se hace sentir pronto. Con el tiempo, el paciente sigue con su enfermedad y, además, es un morfinómano. La dadiva mantiene a uno menesteroso. El acto de dar crea la dependencia porque se atrofia la iniciativa moral y laboral”.
Además, agrega: “el donativo más prudente que conozco, el que es más seguro que se perpetúe, que germine como una semilla, es la enseñanza”. En la actividad educativa se centra la labor de la trabajadora social y “si tenemos la esperanza de ensenar a las gentes como pueden evitar los desastres causados por la enfermedad, debe ensenar en el mismo lugar donde esos desastres se producen, es decir, en el hogar”. La trabajadora social “debe combatir la enfermedad repartiendo el contagio de la verdad medica… Debe combatir de manera eficaz el charlatanismo en cuestiones de medicina y las supersticiones en boga… Hacer comprender al enfermo que su restablecimiento depende en gran parte de los esfuerzos que el mismo haga para vencer la enfermedad”.
Para educar, Cabot indica la otra tarea fundamental del trabajo social: la investigación. “La actividad del trabajo social en sus relaciones con la salud pública puede resumirse en gran parte en la investigación de las causas de la enfermedad”. ¿Qué debe ser investigado? Cabot indica que tanto “la existencia de enfermos que no concurren a servicios de atención medica –especialmente los parientes de quienes padecen enfermedades contagiosas- como las causas múltiples que generan la enfermedad”. Agrega también la importancia de determinar el motivo por el cual se concurre a la consulta médica, las actitudes frente a la enfermedad y las relaciones que mantiene el enfermo con su familia, con sus compañeros de trabajo, de escuela, etc. En todo esto, dice Cabot, “hay que representarse un gran número de cadenas entrecruzadas, como la cota de mallas de los caballeros de la Edad Media, cada malla es un suceso, y muchas cadenas así reunidas se entrecruzan en la historia de un solo enfermo. Hay, en primer término, la cadena de los hechos médicos, cuyas mallas o síntomas conducen al diagnóstico. Después viene la cadena de los hechos sociales que trataremos de ordenar por categorías en nuestra ficha de historia social. En seguida, la cadena formada por los hechos que interesan al enfermo y conciernen a los otros miembros de la familia, sus amigos, sus compañeros de trabajo y de escuela. Finalmente, la cadena de la herencia”.
Cabot está señalando ya las reacciones en cadena o de causa-efecto. ”Trataremos –sigue diciendo- después de habernos informado sobre el síntoma dominante, de determinar por una serie de preguntas de qué modo esta enlazado a la trama formada por encadenamientos de hechos similares. Lo que debe investigarse enseguida, aunque resulte difícil y a veces imposible, es porque este gran cumulo de hechos precisos conduce exactamente en este instante determinado a este síntoma. ¿Por qué el enfermo se nos ha presentado hoy? Muchas veces el enfermo no puede dar una contestación verídica, aunque obre de buena fe. Sin embargo, la trabajadora social debe averiguarlo. A menudo, solo después de haber conocido a una persona y de haberse interesado por ella durante días y semanas se descubre por que ha venido precisamente ese día. ¿Por qué la respuesta a esta pregunta puede ser la cosa más importante por descubrir?
1)      Porque puede suministrar el hecho fundamental que guiara nuestras investigaciones posteriores y determinara la clave de socorros que debemos dar en cada caso;
2)      Porque puede hacernos descubrir que aquello de que el enfermo se queja no tiene ninguna importancia”.
 
El Programa de Servicio Médico Social que Cabot introdujo en el Massachusetts General Hospital fue ampliamente imitado por hospitales a través del país. El pronuncio charlas de servicio médico social en hospitales y organizaciones de servicio social dentro y fuera de la nación. Para 1913 había 100 hospitales con Departamentos de Servicio Social en los Estados Unidos.
 
Sin embargo, veinte años después Cabot sentía que el trabajo social necesitaba nuevas direcciones. En la convención de la Conferencia Nacional de Trabajadores Sociales (NCSW), realizada en 1931 se manifestó pesimista acerca de la habilidad del trabajo social para aliviar los problemas que ocasiono la caída del mercado de valores, comparando el efecto de utilizar trabajadores sociales para “atacar una fortaleza de granito disparándole chicharos”. Él quería redefinir el trabajo social haciendo un énfasis en:
1)      la honestidad,
2)      el desarrollo de canales de comunicación, e
3)      iluminando y simplificando la carga laboral del trabajador social.
 
Él quería que los trabajadores sociales ayudaran a los clientes a “ayudarse a sí mismos” en lugar de reparar los problemas por ellos.
 
Producciones escritas:
Su primer libro escrito fue “A Guide to the Clinical Examination of the Blood for Diagnostic Purposes” en 1896. En 1905 presento su método de caso con el libro “Diagnostico físico”, el cual se convirtió en el libro de texto estándar sobre el tema alcanzando las diez ediciones. Sus estudios clínicos conformaron una famosa serie de libros médicos, entre los que figuran: Case Histories in Medicine (1906), Case Teaching in Medicine (1906), Social Service and the Art of Healing (1909), The Christian Approach to Social Morality (1913), What Men Live By: Work, Play, Love, and Worship (1914), A Layman's Handbook of Medicine (1916), Training and Rewards of the Physician (1918), Facts of the Heart (1926), Adventures on the Borderland of Ethics (1926), The Goal of Social Work (1927), Christianity and Sex (1937), Honesty (1938) y The Meaning of Right and Wrong.
Consiguió la aclamación nacional por su artículo titulado “The Four Common Types of HeartDisease”, publicado en el Journal of the American Medical Association en 1914, en el cual traza las conexiones entre los resultados de la autopsia y las historias de caso del paciente como regla para determinar las causas de las enfermedades cardiacas.
La colección de documentos escritos por Cabot permanecen en la Harvard’s Countway Medical Library y en los archivos de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts. Material adicional se encuentra en los archivos de Simmons College, en Boston, y en los archivos del Massachusetts General Hospital, en Boston.
 
Ideas políticas, participación en  movimientos sociales y políticos:
En 1898 sirvió como patólogo para el ejército en el buque hospital “BayState” en el cual viajo a Puerto Rico durante la Guerra Hispano-Americana.
En 1916 Richard y Ella Cabot realizaron un viaje largo por los Estados Unidos para apoyar y enaltecer a los aliados en la primera Guerra Mundial y como el hermano menor de Cabot, también médico, se enlisto en el servicio médico británico antes que los Estados Unidos ingresaran a la guerra. Observando cierta nobleza en combate, Richard Cabot se unió a la reserva médica de la armada de los Estados Unidos en un hospital de base en Francia durante la primera Guerra Mundial (1917-1919).
 
Ideas / Corrientes filosóficas:
Su padre James Elliot Cabot, se consideraba a sí mismo un trascendentalista, sosteniendo que “lo trascendental incluía todo lo que va más allá de ideas existentes y creencias tradicionales, para adherirse a lo que se espera debido a que son aceptadas por personas sensibles”. El trascendentalismo cuestiono mucho el comercialismo de la generación de sus padres, siendo particularmente crítico con la esclavitud. La Guerra Civil, comenzó cuando James Elliot Cabot tenía 40 años de edad y fue hecha en parte debido a los sentimientos de esa generación. La madre de Cabot, Elizabeth Dwight Cabot, cargo con mucha de la responsabilidad en haber criado los siete hijos de la pareja y compartió con su esposo el trascendentalismo cuestionando las nociones existentes y las creencias tradicionales. Elizabeth Dwight Cabot dijo acerca de las mujeres: “me parece que muy pocas de nosotras tenemos suficiente ocupación mental. Nosotras deberíamos tener una vida intelectual aparte de los problemas educativos y obligaciones en el cuidado del hogar e incluso de los intereses de la sociedad” (Cabot, 1869, p. 45). O’Brien describe a Elizabeth Dwight Cabot como “una mujer cariñosamente maternal, profundamente religiosa e incansablemente filantrópica” (O’Brien, 1985, p. 536).
La Guerra Civil desmoralizo a la nación y engendro un nuevo conservadurismo y materialismo. La publicación de El Origen de las Especies por Carlos Darwin en 1859 (1936), trajo una apreciación del método científico y creciente interés acerca del número de inmigrantes que arribaban al país agregándose al cambio de opinión hacia el realismo desde el idealismo de la generación de James Elliot Cabot. En la ola del darwinismo social que siguió, la caridad era vista como simplista y potencialmente perjudicial para los destinatarios. Fue en esta atmosfera post trascendentalista que Richard Clarke Cabot nació en 1868.
La tensión entre su generación y la de sus padres formo la visión de Richard Cabot. El tomo una posición centrista radical basada en el pragmatismo filosófico, tomando dos puntos de vista de resistencia u oposición y ayudando a localizar un terreno medio entre ellos. En lugar de considerar cada lado como bueno o malo, el sostenía que una verdad más grande podría emerger creando un dialogo entre los dos lados. Durante su carrera, Cabot se miraba a sí mismo como un intérprete o traductor capaz de encontrar el terreno medio entre ambos extremos.
En la Universidad de Harvard, estudio bajo la influencia de William James, George Herbert Palmer, y Josiah Royce quien era considerado en ese tiempo el filósofo más importante de los Estados Unidos y quien se convirtió en su mentor por largo tiempo. El creía que practicando la medicina sería capaz de emplear su religión en el cuidado práctico de los pacientes.
La exposición de Cabot al Trabajo Social vino inicialmente de su relación con Jane Addams. En 1887, el tomo un curso en Harvard titulado “Teorías éticas y reforma social” de Francis Greenwood Peabody. La mayoría que tomo el curso/trabajo para el Children’s Aid Society de Boston, como lo hizo Cabot cuando se convirtió en su director en 1896. Fue ahí cuando él se expuso al Enfoque de Conferencia de Caso. Cabot observo la relación entre la medicina y el trabajo social desde su perspectiva centrista radical. Él pensaba que cada profesión poseía el elemento que la otra más necesitaba. Por la medicina, este era el empirismo y por el trabajo social era su amplio campo de acción. Cabot pensaba que la entusiasta aceptación del empirismo por parte de los médicos los había hecho alejarse muy lejos del ámbito, ignorando los factores sociales y psicológicos de salud. Los trabajadores sociales poseían la amplitud de acción que a los médicos les faltaba pero confiaban demasiado en buenas intenciones. Ellos necesitaban convertirse más científicos y sistemáticos para asegurar que sus métodos son efectivos y desarrollar una base teórica para su trabajo. Cada profesión podría beneficiarse de la asociación con la otra.
 
Distinciones / reconocimientos:
Cabot recibió varias distinciones durante su carrera, incluyendo la Medalla de Oro del National Institute of Social Sciences (1931) y tres grados honorarios, LL.D. (Rochester, 1930), L.D.H. (Syracuse, 1934) y D.D. (Colby, 1938).
 
Fuentes:
§  Gehlert, Sarah y Browne, Teri (2012). Handbook of health social work. 2nd. ed. USA: John Wiley & Sons, Inc.
§  Kisnerman, Natalio (1983). Salud pública y trabajo social. 2ª.ed. Buenos Aires: Hvmanitas. Coleccion Guidance
§  National Association of Social Workers (1973). Encyclopedia of social work. USA: Author.
§  http://oasis.lib.harvard.edu/oasis/deliver/~hua02998
§  http://www25.uua.org/uuhs/duub/articles/richardcabot.html
 

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